En pocas palabras:
La programación de las temporadas sinfónicas aumenta en
cantidad de obras del repertorio, en complejidad de partituras, en dificultad
de ejecución y en tamaño de los “orgánicos” orquestales.
Las demás grandes orquestas ‘hermanas’ de la región (la
Filarmónica de Buenos Aires, la Orquesta Estable del Teatro Colón y la Orquesta
del Teatro Argentino en La Plata) ya han adaptado su planta permanente a las
circunstancias arriba mencionadas.
En detalle:
El perfil de programación de las temporadas sinfónicas
cambia con el tiempo. Los motivos son varios. En primer lugar, hay que
mencionar la creación contemporánea de compositores que aportan continuamente
nuevas obras. Por ello, el volumen del repertorio a abarcar por las grandes
orquestas se agranda continuamente.
Por otra parte, la omnipresencia de los ‘grandes clásicos’
en los medios electrónicos de difusión genera una búsqueda y el
‘redescubrimiento’ de obras injustamente ‘olvidadas’ y su incorporación al
repertorio. También por ello, la cantidad de obras a estudiar por cada
integrante de una orquesta es cada vez más abrumadora.
Cabe mencionar que el interés del público contemporáneo y
especialmente de nuevos públicos (la juventud) se vuelca hoy en día
primordialmente a repertorio del siglo 19 tardío y los siglos 20 y 21.
Respecto de los orgánicos (la cantidad de ejecutantes
de una partitura y los instrumentos requeridos) vale decir que, en términos generales,
muestran una tendencia a crecer. Tal es el vínculo entre la vida moderna y el
arte: sociedades cada vez más pobladas y complejas se reflejan en orquestas
cada vez más grandes y complejas.
También la complejidad de las partituras y la
dificultad técnica de ejecución aumentan, hablando en términos de una
tendencia histórica.
A la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina se ha otorgado
recientemente el Premio de Platino de la Fundación Konex, en concepto de
reconocimiento de “la mejor orquesta de la década”. Ese reconocimiento se
refiere sin duda, entre otros factores, a la modernísima y exigente –hasta
osada– programación de la orquesta, quiere decir: más obras nuevas o
relativamente desconocidas, complejas e incluso experimentales, incluyendo los
así llamados “crossover” o “fusión”.
El esquema de programación está hoy lejos de los esquemas de
programación de los tiempos de la fundación de la orquesta y de las primeras
décadas de su funcionamiento, mientras su planta permanente sigue siendo la
misma de entonces.
La exigencia moderna a profesionales de la música sinfónica
tiene una natural compensación en lo que podría llamarse “franco por estudio
casero” aunque el término coloquial es “franco rotativo”. Se genera por el
hecho de que no todas las obras requieren un orgánico del tamaño de la planta
permanente, por lo que los músicos “sin parte” se quedan en casa. Aprovechan
estos días sin obligación de presentarse en el lugar de trabajo del conjunto para
preparar el repertorio en el que tienen que volver “al ruedo”, y también para
un respiro espiritual, incluso en función de controlar el progreso del desgaste
psicofísico típico de la labor (que es colosal) y de las típicas enfermedades
profesionales.
Resumen:
El esquema de aumento de la planta de músicos de la Orquesta
Sinfónica Nacional responde a la necesidad artística de estar a la altura de
los requerimientos modernos de programación y al propósito de evitar un
desgaste psicofísico prematuro de los profesores músicos.
Además, contempla el factor de una distribución justa de
“francos rotativos” entre los integrantes del conjunto.
Los estándares internacionales del género para orquestas
sinfónicas sirvieron de orientación. Para la OSN se traducen en el siguiente
planteo de cargos adicionales requeridos:
Cuerda:
3 Vl1 (20 en vez de 17)
1 Vl2 (17 en vez de 16)
2 Vla (14 en vez de 12)
1 Vlc (12 en vez de 11)
1 Cb (10 en vez de 9)
Maderas (“a 5” en vez de “a 4”):
1 flauta
1 oboe
1 clarinete
1 fagot
Metales:
2 cornos (8 en vez de 6)
1 trompeta (5 en vez de 4)
1 trombón (5 en vez de 4)
1 tuba (2 en vez de 1)
El total es de 17 cargos nuevos.
Un planteo mínimo de agrandamiento de la planta de personal, tan sólo para equilibrar el balance de orgánicos y francos rotativos en la cuerda, sería:
2 Violines primeros (18° y 19° Primer violín)
1 Viola (13° viola)
El total del agrandamiento mínimo es de 3 cargos nuevos.
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